Sobre nomofobia y desconexión digital

«Algoritmo». Una palabra de esas opacas, de las que se oyen mucho ahora, de las que repetimos a menudo sin saber muy bien qué implican. Según la RAE, es un «[c]onjunto ordenado y finito de operaciones que permite hallar la solución de un problema». ¿Solución? A mí me parece más bien la causa de un problema. Los algoritmos son instrucciones automatizadas que permiten a los desarrolladores de redes sociales mostrar a los usuarios el contenido más afín a ellos. Están abiertamente diseñados para generar adicción y así incrementar el tiempo que pasamos en las plataformas; en definitiva, los algoritmos maximizan el dinero que las empresas ganan con nuestros datos.

Abro Tiktok, cierro Tiktok, abro Instagram, cierro Instagram, abro Twitter, cierro Twitter, abro Tiktok, cierro Tiktok, abro Instagram, cierro Instagram, abro Twitter, cierro Twitter, abro YouTube, cierro YouTube, abro Netflix, abro Tiktok, voy al baño y después cierro Tiktok, abro Tiktok, ah, no, que acabo de cerrarlo, abro Instagram, cierro Instagram, abro Twitter, cierro Twitter. ¿Te suena?

No necesitamos ser muy avispados para darnos cuenta de que tenemos un problema. Pero, a ver, en realidad es un problema de todos, así que tampoco será tan grave, ¿verdad? O sea, sí, será grave, pero qué le vamos a hacer, si es un problema de todos. Todo el mundo se pasa el día pegado a la pantalla: en el metro, en el autobús, caminando por la calle, de cervezas en el bar, tomando el sol en la piscina. Nos parece triste, pero qué le vamos a hacer, si es un problema de todos. Nos damos cuenta de que estamos todos enganchados, nos quejamos de los algoritmos adictivos, lo hablamos con nuestros amigos: «puf, tío, es que estamos todos igual, es una locura». Pero no cambiamos nada. Lo peor es que no reaccionamos, por mucho que veamos hasta qué punto nos afecta y nos perjudica vivir pegados al móvil: nos cuesta prestar atención, procrastinamos, sufrimos de insomnio, nos aislamos, no tenemos tiempo para cocinar, para hacer deporte, para priorizar nuestro bienestar…

Después llega la culpa; nos flagelamos por no ser capaces de parar. Nos proponemos una y otra vez cambiar de hábitos, pero el cambio nunca llega. Y si llega, dura más bien poco: en cuanto nos queremos dar cuenta, hemos vuelto a esos patrones de conducta que tanto nos costó eliminar. ¿Es realista pensar que en algún momento iremos a mejor? No tiene pinta. Da miedo pensar que los adolescentes de hoy en día nunca conocieron el mundo de verdad, en el que la gente vivía sin pasarse cinco horas al día pegada a la pantalla. Falta poco para que los bebés aprendan antes a desbloquear un móvil que a decir «ma-má». ¿Vivimos en una distopía?

Reto de mayo: desconexión digital

Os propongo seguir conmigo durante el mes de mayo un desafío de desconexión digital para que aprendamos más sobre nuestro comportamiento tecnológico y para mejorar nuestra salud digital.

Haz clic aquí si no puedes visualizar el documento

Comentarios

  1. Recomiendo el siguiente vídeo sobre el apagón, que personalmente viví como una experiencia muy liberadora. Me hizo reflexionar sobre la relación de la tecnología con el trabajo y con el afán de mantenernos conectados a través de un medio que cada vez nos desconecta más.
    APAGÓN — Corto documental https://youtu.be/eYtxHeFYrys?si=WLsbdixTyQV07gO4

    Y quiero compartir mis objetivos del reto, me centraré en reducir mi uso de Instagram que es la aplicación que más tiempo me consume ahora mismo. También pretendo cambiar la dopamina rápida de los reels por ver películas o vídeos largos que, al llevarme un tiempo su visionado, me obligue a elegir pausadamente el contenido que veo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Irene por compartir con nosotros el corto documental sobre el día del apagón; es supersuperinteresante y desde luego invita a la reflexión. Mucho ánimo para reducir tu tiempo de uso de Instagram <3

      Eliminar
  2. ¡Vengo a compartir mis objetivos y alguna que otra reflexión!

    Muchas veces me pregunto: ¿cómo sería nuestra generación si no tuviéramos la necesidad de tener que pasar horas y horas conectados a las redes sociales? Siento, que lejos de estar más conectados gracias a las nuevas tecnologías, nuestra sociedad cada vez tiende más a la soledad. Parándome a pensar, me doy cuenta de que esa necesidad de meterme en redes sociales como Instagram para no perderme nada, hace que en realidad me esté perdiendo mucho. Quizás es un pensamiento un poco extremo, pero creo que estar conectados a las redes sociales verdaderamente nos hace estar desconectados de nuestro entorno, de nuestras amistades reales, de nuestra familia... de todos aquellos pequeños instantes que nos rodean cada segundo de nuestra vida pero que nos perdemos por estar mirando el móvil. ¿Qué sería de nuestra sociedad si todos dedicásemos al menos la mitad de las horas que pasamos con el móvil sin hacer nada productivo para invertirlas en hacer deporte, llamar a un amigo, leer, cocinar...? Creo que seriamos capaces de exprimir verdaderamente el presente sin dejar que los móviles y los algoritmos nos atasen a su merced.

    Así que para no caer en esta encerrona y ser "dueña" del uso que hago de las tecnologías, me he propuesto los siguientes objetivos:
    1. Intentar no utilizar instagram en todo el día. En caso de hacerlo no sobrepasar el límite de los 15 minutos.
    2. Dejar de utilizar cualquier tipo de pantalla a partir de las 10 e intentar acabar el día leyendo un buen libro.

    Me he puesto demasiado filosófica jajaja, ¡ya lo siento!. Por cierto, si no lo habéis visto os recomiendo "El dilema de las redes" un documental de Netflix que pone los pelos de punta.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mil gracias Carlota por la reflexión tan interesante que compartes con nosotros. Estoy de acuerdo en que las redes sociales, aunque se disfrazan de herramientas para "conectarnos", en realidad nos aislan y acaban encerrándonos en una pequeña cárcel de cristal con batería de litio.
      Me parece que te has marcado unos objetivos muy saludables; estoy deseando que termine mayo enseguida para que puedas contarnos si estos nuevos hábitos han supuesto un cambio sustancial en tu día a día <3

      Eliminar
  3. Ultimamente he estado pensando en qué me hace realmente feliz y ninguno de esos momentos tiene nada que ver con la tecnología ni las redes sociales. Es verdad que son medios que pueden facilitar la comunicación pero al final siento que acabo haciendo mal uso de ellos.

    Leí un artículo que me gustó bastante sobre el consumo (https://whateverhappened.substack.com/p/stop-trying-to-curate-everything) y considero que se relaciona con el mundo digital. Por redes sociales e internet acabamos queriendo hacer más cosas, consumir más y al final acabamos comparándonos con lo que los otros comparten (las mejores partes de su vida). Y por otra parte, también me ha hecho pensar en porqué queremos que todo sea "aesthetic" y que su apariencia en redes sociales sea bonito. Pero a veces los momentos son mucho más auténticos y reales sin que saquemos el móvil para hacer fotos del momento todo el rato.

    ¡Creo que este reto me irá muy bien y tengo ganas de compartir como lo vamos llevando cada uno!

    Para este mes mis objetivos van a ser los siguientes (son acumulativos):
    Semana 1 (5-11): Desinstalar Instagram y reducir screentime al menos 30 minutos de promedio. No utilizar el móvil durante la primera y última hora del día.
    Semana 2 (12-18): Utilizar más mi libreta, no apuntar todo en notas en el movil. Intentar no abrir Whatsapp en clase.
    Semana 3 (19-25): Utilizar LinkedIn menos ya que lo utilizo como si fuera una red social.
    Semana 4 (26-31): Reflexionar sobre los cambios en mis hábitos y que puedo hacer el mes siguiente.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Emma por compartir con nosotros tu visión del mundo digital y por el artículo tan interesante que nos haces llegar. Efectivamente, cada vez resulta más complicado disfrutar de un momento chulo sin inmortalizarlo en una foto. Será que la vida moderna carece de valor si no se puede medir en megabytes. Me ha gustado especialmente el siguiente extracto del artículo:

      _Everywhere I look, there’s this relentless push to curate every aspect of our lives into something that can be packaged and shared. We can’t even sit at a coffee shop without turning it into some aesthetic Insta post, zooming in on a corner of a croissant._

      Suerte con tus objetivos del mes y gracias por enfrentarte al desafío <3

      Eliminar
  4. Vengo a hablar un poco sobre como ha ido este mes de reto, las reflexiones que me ha hecho tener y los objetivos, tanto los que he cumplido como los que no.
    Mis objetivos a principio de mes fueron:
    · Semana 1: dejar de usar YouTube shorts, reducir el uso de WhatsApp (a unos 45 min).
    · Semana 2: no usar el móvil al menos una hora antes de irme a dormir, conseguir una media diaria de 2h de uso.
    · Semana 3: evitar interrumpir tareas usando innecesariamente el móvil hasta que las haya acabado, eliminar las aplicaciones que no aporten nada, no usar el movil al menos durante la primera media hora del día.
    · Semana 4: intentar corregir actos reflejos, como entrar en una aplicación automáticamente después de cerrar otra, no llevar el móvil encima en casa todo el rato.
    Puedo decir que tras revisar estos objetivos, me siento satisfecho de haber conseguido algunos, como reducir a 2h diarias el uso o guardar 1h antes de dormir sin distracciones, la cual he empleado principalmente para leer. Sin embargo, muchos de los otros objetivos no han ido tan bien. Me he podido ir dando cuenta poco a poco lo dependiente que soy del móvil, mucho más de lo que creía en un principio, pues es una adicción que se ha ido creando poco a poco, sin apenas darme cuenta, y ahora que soy consciente de ello, cuando lo he intentado evitar y corregir, al no ser capaz, me ha hecho sentir culpable y un poco mal conmigo mismo por haber permitido que me ganara. Es verdad que están diseñados para eso, pero me hace pensar si son capaces de condicionarnos tan fácilmente que no estarán haciendo que no nos demos cuenta.
    Sobre todo me preocupa bastante el creer que hemos perdido la capacidad de aburrirnos, necesitamos estar conectados e intentando saber lo que pasa en cada momento, porque si no sufrimos del famoso FOMO. Es necesario aburrirse, tener ratos para pensar en uno mismo o para no pensar en nada, pero seguro que no necesitamos estar permanentemente con tantos estímulos. A mí personalmente me gusta mucho estar por casa escuchando lo que sea, ya sea música, podcast o vídeos de YouTube, y es algo que no sé si puedo cambiar, pero es verdad que he perdido esa capacidad de estar en silencio conmigo mismo. También me he dado cuenta de lo que el móvil ha afectado a mi capacidad de concentración, es estar media hora sin tocar el móvil y tener esa necesidad de mirarlo, aunque si no lo miro sé que no me voy a perder nada, pero aún así lo hago.
    Me ha gustado bastante la experiencia, e ir viendo como progresaba durante las semanas y también como fallaba en otros aspectos. :)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Sobre torrijas y cofrades

Sobre España y fonética